Ni Scorsese
La mafia rusa se dedica al tráfico de armas, la mafia marroquí al de trabajadores, la del este al de mujeres, la colombiana al de narcóticos y la italiana a la extorsión. Actividades todas ellas lucrativas, pero en nada comparables a la alta rentabilidad y el escaso riesgo de la principal actividad de la mafia española: el negocio inmobiliario. La revalorización de la inversión es tan alta que la mafia española no tiene necesidad de meterse en otros asuntos ilegales. Si exceptuamos los sobornos a políticos y la quema de terrenos forestales el negocio inmobiliario suele moverse dentro de los márgenes de la legalidad.
Construmat es la primera feria del sector en España y la segunda de Europa. Cada año, cuando se celebra en Barcelona, los hoteles de 4 y 5 estrellas se llenan, así como los prostíbulos de lujo. Pensar que el dinero de las hipotecas de millones de trabajadores españoles acaban en champán francés y putas de lujo debería, como mínimo, provocar una violenta rebelión de las masas, y que no suceda así es algo que cada día me sorprende más.
Un pequeño cálculo (impreciso pero aproximado):
La jornada laboral de un trabajador es de 40 horas. Si descontamos la tasa de beneficio empresarial (otrora llamada plusvalía) de pongamos 5 horas (no sé si exagero, si algún lector es economista y conoce un estudio de la media de productividad del trabajador español le agradeceré que me corrija). Algo así como un 10-20% se va en impuestos. Pongamos 3 horas semanales.
Queda 32 horas de trabajo. Según estadísticas recientemente publicadas, pagar una vivienda requiere el 55% de la renta. 17,6 horas de trabajo.
En una semana de cinco días de trabajo, el lunes pagas a tu empresario y al estado (que se supone redestribuye esos impuestos); martes, miércoles y una hora y cuarenta minutos del jueves pagas las putas y lujos de la mafia española; y sólo te pagan a ti 6 horas y 20 minutos del jueves y el viernes entero.
No entiendo como no hay en España un estallido social.
Construmat es la primera feria del sector en España y la segunda de Europa. Cada año, cuando se celebra en Barcelona, los hoteles de 4 y 5 estrellas se llenan, así como los prostíbulos de lujo. Pensar que el dinero de las hipotecas de millones de trabajadores españoles acaban en champán francés y putas de lujo debería, como mínimo, provocar una violenta rebelión de las masas, y que no suceda así es algo que cada día me sorprende más.
Un pequeño cálculo (impreciso pero aproximado):
La jornada laboral de un trabajador es de 40 horas. Si descontamos la tasa de beneficio empresarial (otrora llamada plusvalía) de pongamos 5 horas (no sé si exagero, si algún lector es economista y conoce un estudio de la media de productividad del trabajador español le agradeceré que me corrija). Algo así como un 10-20% se va en impuestos. Pongamos 3 horas semanales.
Queda 32 horas de trabajo. Según estadísticas recientemente publicadas, pagar una vivienda requiere el 55% de la renta. 17,6 horas de trabajo.
En una semana de cinco días de trabajo, el lunes pagas a tu empresario y al estado (que se supone redestribuye esos impuestos); martes, miércoles y una hora y cuarenta minutos del jueves pagas las putas y lujos de la mafia española; y sólo te pagan a ti 6 horas y 20 minutos del jueves y el viernes entero.
No entiendo como no hay en España un estallido social.
4 comentarios
Boy23 -
Chica -
Así de fácil. La gente está hasta lo huevos, pero eso por sí mismo no genera revolución, sino rabia y rebeliones cutres que duran dos días.
Esa es nuestra debilidad ahora mismo.
Un saludo!
Biaf -
Después de haberlos expropiado, claro
carlos cru -
salud