Bon cop de falç!!!
Está permitida la reproducción total o parcial de esta obra y su difusión telemática siempre y cuando sea para uso personal de los lectores y no con fines comerciales dice donde suele poner todo lo contrario.
El primer vistazo asusta, una novela de más de 700 páginas ambientada en la Europa de la reforma y la contrarreforma de 1525 a 1555. Y, aquí, en España, donde para nosotros el emperador Carlos V es el rey Carlos I, catolicísimos nosotros, pues ni zorra de lo que me habla, que a duras penas nos suena de algo el nombre de Lutero. Ajenos en el pasado a lo que fue la reforma de la Iglesia, y ajenos también en los libros de historia que estudiamos en el cole. Además, que donde yo vivo, las revueltas campesinas de nuestra historia se estudian en clave nacionalista). Pues menudo susto, que crece cuando uno empieza a leer y se encuentra con los saltos en el tiempo que pega el narrador, que un servidor se ha tenido que apuntar un par de fechas en una de las hojas en blanco del libro -¿estarán para eso?-, porque si no me perdía y no sabía si ésto estaba pasando después de aquello o antes de lo otro.
Pero entonces empieza uno a leer de revueltas y revoluciones -derrotadas, y no desvelo nada, porque casi siempre son derrotadas y porque sale al principio del primer capítulo y en la historia de Europa que no estudiamos: 100.000 campesinos muertos por los ejércitos de los príncipes-. Y como pasa en las buenas revoluciones, se queman iglesias, se mata a los condes y duques, se deja embarazadas a sus mujeres y se queman sus castillos, vamos, que la novela empieza a crear gusanillo. Un programa de 12 puntos que habla de restituir la situación previa al robo que supone la propiedad privada, a que cada uno pague sus impuestos según sus posibilidades y que reciban según sus necesidades, etc. ¡Siglo XVI! Y todo esto con una narración interesante, que te atrapa, una fuerza dramática (me moría de ganas de utilizar esta expresión) y una intriga apasionante. Unos personajes -algunos históricos y otros de ficción- que se los imagina uno en esas hermosas ciudades del corazón de Alemania, y se da cuenta uno de que no siempre fueron tan tranquilas.
Y ya verán, si quieren leerla, que entre traiciones, reformas, reformistas, extraños aliados y un de aquí no se pasa, este es el límite, que yo ya estoy en el poder, pues a uno le da por pensar que vale, que sí, que una novela histórica, de aventuras y de espionaje, y lo que tú digas, pero aquí están hablando de algo más, de algo que pasa mucho entre los emancipadores de la humanidad. Que al final, si la emancipación es emancipatoria, te vienen a dar cops de bastó a mansalva, y cuídese uno de estar desarmado, y cuídense todos de los de arriba.
Ya lo saben los lectores asiduos del blog, es Q. El google les ayudará mucho a los que como yo anden peces en historia.
El primer vistazo asusta, una novela de más de 700 páginas ambientada en la Europa de la reforma y la contrarreforma de 1525 a 1555. Y, aquí, en España, donde para nosotros el emperador Carlos V es el rey Carlos I, catolicísimos nosotros, pues ni zorra de lo que me habla, que a duras penas nos suena de algo el nombre de Lutero. Ajenos en el pasado a lo que fue la reforma de la Iglesia, y ajenos también en los libros de historia que estudiamos en el cole. Además, que donde yo vivo, las revueltas campesinas de nuestra historia se estudian en clave nacionalista). Pues menudo susto, que crece cuando uno empieza a leer y se encuentra con los saltos en el tiempo que pega el narrador, que un servidor se ha tenido que apuntar un par de fechas en una de las hojas en blanco del libro -¿estarán para eso?-, porque si no me perdía y no sabía si ésto estaba pasando después de aquello o antes de lo otro.
Pero entonces empieza uno a leer de revueltas y revoluciones -derrotadas, y no desvelo nada, porque casi siempre son derrotadas y porque sale al principio del primer capítulo y en la historia de Europa que no estudiamos: 100.000 campesinos muertos por los ejércitos de los príncipes-. Y como pasa en las buenas revoluciones, se queman iglesias, se mata a los condes y duques, se deja embarazadas a sus mujeres y se queman sus castillos, vamos, que la novela empieza a crear gusanillo. Un programa de 12 puntos que habla de restituir la situación previa al robo que supone la propiedad privada, a que cada uno pague sus impuestos según sus posibilidades y que reciban según sus necesidades, etc. ¡Siglo XVI! Y todo esto con una narración interesante, que te atrapa, una fuerza dramática (me moría de ganas de utilizar esta expresión) y una intriga apasionante. Unos personajes -algunos históricos y otros de ficción- que se los imagina uno en esas hermosas ciudades del corazón de Alemania, y se da cuenta uno de que no siempre fueron tan tranquilas.
Y ya verán, si quieren leerla, que entre traiciones, reformas, reformistas, extraños aliados y un de aquí no se pasa, este es el límite, que yo ya estoy en el poder, pues a uno le da por pensar que vale, que sí, que una novela histórica, de aventuras y de espionaje, y lo que tú digas, pero aquí están hablando de algo más, de algo que pasa mucho entre los emancipadores de la humanidad. Que al final, si la emancipación es emancipatoria, te vienen a dar cops de bastó a mansalva, y cuídese uno de estar desarmado, y cuídense todos de los de arriba.
Ya lo saben los lectores asiduos del blog, es Q. El google les ayudará mucho a los que como yo anden peces en historia.
3 comentarios
sergio -
Qoèlet
Kali -
Esca-Yola la chava -